No se necesita estar de acuerdo con el doctor Uribe, menos conestar con su política, ni con los resultados de su gobierno, ni siquiera expresar la profunda preocupación por aquellos temas delicados: Llamase chuzadas del Das, Yidispolítica, falsos positivos..etc., para dejar de reconocer que es un fenómenos político sin parangón, que está por encima de los presupuestos del justo medio del escenario mediocre y variopinto de la política Colombiana.
Lo sucedido en el proceso electoral que culmina mañana, refleja la capacidad de un hombre, que como político excepcional, casi que con una voluntad paranoica, como buen estratega, sin dejar nada al garete y con el pulso de un relojero, diseño una campaña, que le permitió poner en el poder a su sucesor, sin mayores problemas. Estuvo por encima de los cálculos, intervino siempre en todo el proceso, prestó la maquinaria y utilizo su inmenso favoritismo, para imponerse. El manejo de los medios, fue perfecto. Empezó con la presencia casi todos los días en pequeñas emisoras regionales, atendiendo el voto directo, hasta llegar a los grandes medios. Siete años intensivos de gobierno, con consejos comunales semanales, donde siempre se presenta una radiografía de la totalidad del estado desde lo local, le permiten tener un conocimiento de cifras y del estado, que muy pocas persona, por no decir, que escasísimas personas, tienen de este atribulado país. La comunicación con lo que el llama su gente, es patriarcal, de un ascendente inexplicable, pastoral, como aquellos curas de pueblo, donde se asume de antemano, que lo expresado por ellos, es, no se cuestiona, constituye verdad.
Uribe, debe ser un lector atento de Maquiavelo. Sabe para donde va, tiene una visión del estado, la cual desarrolla e impone por encima de cualquier persona, gremio o partido, no siempre con medios muy santos. Neutraliza con una habilidad excepcional a sus opositores. Casi todos los asesores y cuerpo más cercano de gobierno, fueron sus enemigos más acerrimos en lides anteriores: Cossío, José Obdulio, Fabio Echeverri Correa, Juan Manuel Santos, paradojicamente sus mayores amigos, aquellos que le ayudaron a ser lo que es,, son sus mas enconados enemigos, es emblemático el caso de Pedro Juan Moreno.
Como se moverá por fuer de la casa de Nariño, como serán las relaciones con Santos, que en materia de deslealtades, tiene un record harto peligroso. Cual será su posición frente a una izquierda diezmada y un partido verde, que tendrá que constituirse en un partido serio, con todas las de la ley y con procesos democráticos internos inaplazables, definitivamente aun es temprano para predecir el escenario.
Alguien deberá escribir la biografía de Uribe desde la perspectiva del poder. Es indudable, que quien se cree la reencarnación política de Núñez, no ha dejado nada al azar y se impone por encima de sus enemigos con el aval de unas mayorías, que le han perdonado sus peores errores. El panorama, está como para alquilar balcón: amanecerá y veremos.
Después hablaremos del partido liberal y el conservador en este galimatías.
