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viernes, septiembre 05, 2014

LA FILOSOFIA POR ESTOS TIEMPOS



La pregunta esencial en términos coloquiales sería, en qué anda la filosofía actualmente, está indagación la hago desde la condición de profano, de pensador impenitente, asumo en todo caso que es vital y pertinente hacerla pues estamos en medio de contradicciones vigentes y entrópicas del sistema, recaen sobre nosotros implacablemente, esta relación difícil, fue  asumida de manera anticipada por pensadores del siglo XX, quienes mantienen su pensamiento fresco muy a pesar de estar abandonados, pues sus textos no salen del cuarto de San Alejo, me refiero a filósofos de la talla de: Nietzsche, Husserl, Heidegger, Arendt, Marcuse, Russel, Wittgenstein, Sartre, Camus, Foucault, Derrida, Deleuze, Cioran, Merleau Ponty, para citar los pensadores más importantes.
Cuando inicie el artículo recordé un relato de  Bertrán Russell, en uno de sus últimos libros, escrito a los ochenta años, texto de ficción que no fueron ajenos a su producción intelectual. El personaje principal en un recorrido de rutina se encontró con una nueva placa en  una casa que decía: “Aquí se fabrican horrores”. El rotulo parece definir lo que le produce el sistema al ciudadano de a pie en esta época, quien vive avasallado en todo sentido, le fabrican horrores todos los días.  La filosofía abrió el siglo XX, pensando la crisis general del hombre, de la razón, la pregunta por el ser volvió a matizarse como amplia apertura interrogativa, hecha primero por Nietzsche y después por Heidegger, conscientes de los peligros del totalitarismos y la libertad, buscaban el desciframiento de los poderes imperantes.  Nada ha cambiado, estamos peor y lo más grave, las contradicciones continúan vigentes y más fuertes, estamos en lo mismo, pero: Más sometidos, censurados, conectados a todo y en el fondo a nada, el  pensamiento está absolutamente condicionado, aun así el ciudadano vive sobre-informado; lleno de adminículos electrónicos; como borrego; entregado a los poderes impuestos; lo asume con indiferencia y aceptación, sin norte.
En teoría de la crisis Habermas se preguntaba: ““La segunda generación" de la Escuela de Frankfurt plantea sobre el concepto de crisis, el análisis del capitalismo post-industrial o neocapitalismo. Frente a la visión optimista neoliberal de la existencia de un mercado autónoma, los frankfurtianos consideran que en su fase actual, el capitalismo ha necesitado introducir la regulación estatal para continuar su pervivencia. El capitalismo tardío, entonces, es el que organiza el mercado utilizando al Estado como un mecanismo más. De manera que, según esto, los beneficios son adjudicados al mercado y las pérdidas son asumidas por el Estado. Por tanto, el Estado deviene en un mecanismo de equilibrio económico y social. Pero, las fluctuaciones y oscilaciones de la economía especulativa supondrán la existencia de una permanente y continua crisis. Crisis que es estudiada pormenorizadamente por este filósofo en su obra “Problemas de legitimación en el capitalismo tardío y por Claus Offe en Contradicciones en el Estado del Bienestar”, resulta ser un abre-bocas, para interrogar en  que está la filosofía hoy. El problema, nadie cree que la filosofía sea necesaria”[1].
El análisis se hace desde la óptica del sujeto y de la subjetividad, ciertos pensadores han tratado de descifrar estos entramados, desarticularlos, para decirlo más claramente, buscan entender: cómo funcionan los órganos de control; como nació el sistema penitenciario; el panóptico; la censura; como aparecen los objetos de saber; el saber cómo mecanismo de poder y como se expresa en el sujeto; hablamos de las maneras sutiles de someter. Desde Arendt el tema mantiene los interrogantes abiertos y la libertad está en el centro, quiero decir está lejos de resolverse.
Rawls se pregunta: ¿ cómo se construye una sociedad justa?. “A grandes rasgos la teoría de Rawls considera que los principios de justicia que son objeto de un acuerdo entre personas racionales, libres e iguales en una situación contractual justa, pueden contar con una validez universal e incondicional. Parte del utilitarismo, de la distribución justa del ingreso.
Realmente la inequidad continua imperando, el consumo desbordado el cual es un motor del sistema, resulta ser el gran depredador de la naturaleza.
Hace tiempo escribí a propósito de un texto, que nos cae como anillo al dedo a propósito del tema: Ramin Jahanbegloo pública un artículo en el periódico el “País” de España titulado: “Como ser filosofo hoy en día”. Intenta resolver en principio  que hacen los filósofos en estos tiempos de un pragmatismo exacerbado. En su acápite se pregunta: “Entre las principales preocupaciones de la filosofía ha figurado el desafío planteado por el concepto de libertad y su plasmación social y política. ¿Por qué a los filósofos les ha preocupado el problema de la libertad? ¿Por qué la libertad es la cuestión más importante que debe tratar un filósofo? La mejor manera de responder con claridad a esas preguntas es examinar las consecuencias que comporta dejar de lado el tema de la libertad”[2].
La libertad, los espacios, la oportunidad y los contrapesos al poder, la ética como marco general constituyen el eje sobre los cuales deberá seguir girando el pensamiento filosófico.
Hoy más que nunca los filósofos tienen mucho que hacer, crearé un blog para divulgar el pensamiento filosófico.