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martes, diciembre 12, 2017

ESTAMOS PREPARADOS PARA LA PAZ EN COLOMBIA?

Nuestro conflicto armado parece no terminar nunca; tal vez por la infinidad de guerras a las que nos tienen acostumbrados, vivimos en un país que no aprendió a conciliar sus diferencias de otra manera que a sangre y fuego, pese a estar en  un proceso de paz en ciernes; en medio del peso que significa  estar entre micro-poderes ilegales imbricados en todas las formas de vida posible, hasta el punto de convertirse en una realidad ineludible que nos toca implacablemente todos los días, crean impuestos, soterrado y perverso, extorsionan, nos someten a formas de intimidación que a nadie parece importarle; con todo eso, la conciencia de  paz no se instala en el inconsciente colectivo, en buena parte, gracias al discurso de guerra de ciudadanos que paradójicamente no conocen la violencia asumida en cambio en extensas regiones marginadas del país, donde no hay estado, estos discursos vienen de sectores políticos radicales; en presencia de una juventud que no reconoce el momento histórico que vive, le es indiferente.  Colombia no logra asimilar la narrativa de paz que le habla desde sectores sociales que tienen plena conciencia de la importancia del momento histórico actual, de regiones olvidadas que empiezan a incorporarse al país, de desplazados quienes por fin tienen una ley que les repara, de 8 millones de personas que expulsaron violentamente de sus tierras, que pese a tener una ruta para rescatarla, hoy las reclaman sin éxito, más bien absortos, son testigos impotentes del asesinato de 167 líderes que ejercían este derecho, perpetrados por las mismas manos oscuras que le raparon su propiedad hace muchos años; de la conciencia que despiertan 6 millones de víctimas y trescientos mil muertos. Pese a todo, terminamos el año con el logro más grande de las últimas décadas,  podríamos llamarlo, fue el año de la paz, muy a pesar de la negligencia de nuestros dirigentes que hicieron lo difícil y se enredaron en lo fácil, del congreso,de la clase política, al final fue un gran logro, se firmo un acuerdo histórico con la FARC,  entregaron las armas, se desmovilizaron, el país no será el mismo a partir de este momento, estos 365 días, los pasamos tratando de entender este hecho tan crucial, no es otro que el fin de un conflicto de más de cincuenta años; finalizara, esperamos qué, por fin el gobierno logre articular tanto compromiso y agenda nacida de los acuerdos de la Habana, con la ilusión de vivir como una nación civilizada, lejos de la venganza y la violencia, tolerantes, sin odios. El próximo será un año electoral definitivo para el país, tomaremos posición desde las urnas, para confirmar nuestra mediocridad  o para definitivamente cambiar, entregarle una oportunidad a nuevas fuerzas, superar y darle alguna lección a la clase política que ha diezmado y saqueado cada peso público desde hace cincuenta años, ojala acabemos con una corrupción galopante y sobre todo, para participar y comprometernos.