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jueves, marzo 29, 2018

LA ENCUESTAS EN EL ENTRAMADO DE UNA ELECCION PRESIDENCIAL

El papel manipulador de las encuestas en la elección presidencial de Colombia, como en todos a lo largo del orbe, la incidencia que tienen estas en la toma de  decisiones de los electores y la lectura perversa de algunos medios quienes  hacen interpretaciones sesgadas, constituyen una de las formas de manipulación más sutiles pero eficaces, los actores en este juego son muchos, los que, utilizando el soporte brindado por la redes sociales y las tecnologías de la información y el conocimiento: Crean tendencias inexistentes, asumen condiciones y significantes mentirosos o amañados, generan expectativas y con pequeñas muestras terminan constriñendo al electorado. Ejemplos típicos: Si no votamos por Duque, el castrochavismo se tomará el país; votar por De La Calle es regalar el voto, no habrá segunda vuelta, Fajardo definitivamente perdió toda oportunidad; Germán ya no va…etc,etc.
Un estudio publicado por la UNAM de México expresaba: “Los sondeos electorales se han convertido, en los últimos años, en uno de los items de mayor interés periodístico durante la campaña electoral. Tanto las emisoras de radio y de televisión, como los periódicos y revistas, e incluso los blogs y páginas web de personalidades y organizaciones de diverso tipo, se esfuerzan por informar, a golpe de sondeo, de las oportunidades respectivas de los distintos partidos y candidatos. Todos rivalizan con fruición por ofrecer la mejor y última encuesta, es decir, aquella que ha sido realizada de la forma más seria y objetiva posible y que capta los movimientos de opinión producidos por el último suceso político que ha tenido lugar en la campaña electoral”[1]. Para enfatizar adelante: “Las encuestas de opinión pública –categoría más amplia que la de las encuestas electorales- son un valioso instrumento de conocimiento y expresión de la opinión ciudadana, y así han sido consideradas habitualmente, pero, cuando son divulgadas por los medios de comunicación y llegan a conocimiento de los ciudadanos, se convierten además en un factor de influencia sobre la propia configuración de la opinión pública”. En una democracia, no podríamos evitar que se publiquen, pero si advertir como ellas se convierten al final en determinantes, más cuando existe un electorado sin compromiso, sin una lectura rigurosa de las propuestas, vulnerable para decirlo sin corta-pisas. Dice el ensayo: “Como ha puesto agudamente de manifiesto la teoría de la reflexividad social, inicialmente desarrollada por W. I. Thomas, cuando a través de una encuesta alguien tiene conocimiento de las opiniones de los demás, consciente o inconscientemente, se pone en marcha en su mente un mecanismo de reacción que se traduce, según las circunstancias concurrentes, bien en un refuerzo, bien en una inhibición o retracción de las propias ideas y opiniones”.
En nuestro país, los medios tienen su propio candidato, difícilmente mantienen la imparcialidad, de hecho hay excepciones, pero para todos es una verdad irrefutable que la gran prensa, radio y televisión está en manos de los grupos económicos dominantes, de los pulpos.
Cada dato revelado a través de una encuesta, “Se produce una especie de feed-back o retroalimentación entre encuestas y opinión pública que no parece tener fin: los sondeos dando a conocer las actitudes y opiniones de la población sobre determinado asunto y los ciudadanos reaccionando a estos datos y, en consecuencia, modificándolos. Cada input de información que se obtiene de la población, cuando revierte sobre la misma resulta modificado, de tal modo que la definición de la situación de la sociedad sobre determinado asunto termina por convertirse en parte de esa situación. Ningún hecho permanece, por tanto, igual a sí mismo después de haberse difundido como información”.
La única manera de evitar ser manipulado es estar informado, mantener los niveles de conocimiento y compromiso acorde con la importancia del momento histórico que nos compromete, asumir posición y escuchar a cada uno de los candidatos. En Colombia solemos entregar nuestra independencia, escucho todos los días: Votaré por quien diga el doctor Uribe. No puedo entender de ninguna manera esta posición, pero es una realidad.





[1] Las encuestas electorales y el debate sobre su influencia en las elecciones Luis A. Gálvez Muñoz


miércoles, marzo 21, 2018

LOS STORYTELLING DE LA CAMPAÑA 2018

He querido traer esta columna aparecida hoy en el diario la “República” de Colombia a propósito de la actual campaña electoral en este país para elegir presidente, por concisa y lúcida, creo que nos aclara realmente un capitulo de cómo se manejan este tipo de campañas políticas, la filigrana interna; para no hablar de las llamadas campañas negras y mecanismos de manipulación de la opinión, otra manera de desviar la las decisiones del electorado creando fantasmas, miedo y mentiras. Oprobioso pero cierto.
Diego A. Santos - diegosantos1978@gmail.com

Un gran storytelling gana elecciones presidenciales. No hay nada más convincente para el electorado que una historia clara, concisa y bien contada, en la que se haya definido con precisión la situación, la amenaza, el propósito, el villano y el héroe.

¿Qué es el storytelling? Es el arte de contar una historia, de encontrar un arco narrativo sobre el que llevar a los votantes. Quien lo haga bien, gana. Quien lo haga mal, pierde. El electorado es así de básico. Y por ende, las elecciones.

Año 1999. Nadie apuesta un centavo por George W. Bush en las elecciones presidenciales estadounidenses. Su rival, Al Gore, era el llamado a suceder a Bill Clinton, uno de los presidentes más populares en los últimos 50 años.

Las propuestas de Gore eran sólidas y coherentes. Lo reconocían hasta los republicanos, quienes no creían mucho en su candidato, ni en sus ideas. Sin embargo, Mark McKinnon, uno de los grandes estrategas políticos de ese país, supo qué historia contarle al electorado.

EE. UU. había caído en un desmoronamiento moral bajo Clinton, por cuenta del escándalo con Monica Lewinsky. El villano era claramente Clinton. El propósito: devolverle la dignidad y el honor a la Casa Blanca. ¿El héroe? Bush, un tipo cercano. ¿Resultado? El republicano ganó la presidencia.

Año 2004. Bush, con índices de popularidad por debajo del 50%, estaba contra las cuerdas y asomaba con fuerza el demócrata John Kerry para sucederlo. ¿Cuál fue el storytelling de McKinnon para esta contienda? El país estaba bajo la amenaza terrorista internacional. El villano de esta narrativa era Osama Bin Laden. El propósito: proteger EE.UU. ¿El héroe? Bush. ¿Resultado? Repitió presidencia.

El storytelling es una variable fundamental en la ecuación de las campañas victoriosas. Colombia no ha sido ajeno a éste fenómeno, solo que no hemos sido tan metódicos como los estadounidenses. Pero eso está cambiando.

En nuestra actual contienda presidencial hay dos campañas con un storytelling muy poderoso. Las de Gustavo Petro e Iván Duque. Ambas tienen una narrativa clara, concisa y bien contada. Y por eso son, hasta el momento, las favoritas para pasar a segunda vuelta.

El storytelling de Duque apunta a una Colombia sumida en el caos y en la entrega del poder a los criminales. Gotham City. La amenaza es convertirnos en una Venezuela. El villano es el presidente Juan Manuel Santos y sus ‘secuaces’. El propósito: recuperar la Colombia que le entregó Álvaro Uribe a Santos. ¿Los héroes? Uribe y Duque.

El storytelling de Petro es el siguiente: estamos en una Colombia corrupta manejada por los de siempre. La amenaza es que se perpetúe la miseria de millones de colombianos que claman por un cambio. El villano: la oligarquía de Colombia, los ricos. El propósito: empezar a construir una Colombia nueva, una Colombia humana y pacífica. ¿El héroe? Petro.

No hay duda que estas historias han calado. Quizás la de Duque se ve más real que la de Petro, porque vivimos los años de oro de Uribe, pero aún faltan dos meses para la primera vuelta y muchas cosas pueden pasar. Sin embargo, no se vislumbra que las otras campañas puedan construir un storytelling en tan poco tiempo.

En mayo, o en junio, sabremos qué narrativa caló en el país, pero de lo que no cabe duda alguna es que tanto Petro como Duque supieron interpretar las historias que el país quiere oír

domingo, marzo 18, 2018

LA LLAMADA DE LA TRIBU


Este es el nuevo libro de Mario Vargas Llosa. Curiosamente cuando me entere del mismo estaba leyendo “sables y utopías “de editorial Aguilar, que es una recopilación de los mejores artículos de prensa publicados antes del 2009, el cual resulta ser un anticipo, en muchos de sus textos, a la defensa que asume del liberalismo y  al revelamiento de su genealogía personal, una especie de autobiografía temática,  escrito como es lógico desde la posición de un liberal convencido.  Toma cuatro autores como marco de referencia: Adam Smith, José Ortega y Gasset, Friedrich von Hayek, Karl Popper, Raymond Aron, Isaiah Berlin y Jean-François Revel. En la antología publicada hace más de seis años, que se organizó por temas, hay un capitulo especifico: “Defensa de la democracia y del liberalismo” donde se encuentra gran parte del itinerario ontológico y personal del nuevo libro, así como todas las implicaciones desde su evolución “Del marxismo y el existencialismo a la revalorización de la democracia y el descubrimiento del liberalismo”. A este significativo descubrimiento, le sumaria algunos capítulos de su autobiografía “El pez en el agua” y a esa excelente antología de artículos de juventud, producidos entre el 64 y 75 publicados por Seix Barral, en plena efervescencia de la izquierda Latinoamérica, con la revolución Cubana triunfante, en el auge de una generación de escritores latinos, conocida como el Boom, que difícilmente se repetirá, marco que nos dan el verdadero periplo de este itinerario.
Hay una entrevista publicada por “El país” de España que da ciertas claves, de ella tomare algunos apartes que resaltan la importancia de este lúcido texto:
Le preguntan:
¿Por qué el pensamiento liberal es la diana de tantos ataques? Ha sido el blanco de las ideologías enemigas de la libertad, que con mucha justicia ven en el liberalismo a su adversario más tenaz. Y eso lo he querido explicar en el libro. El fascismo, el comunismo han atacado tremendamente al liberalismo, sobre todo caricaturizándolo y asociándolo a los conservadores. En sus primeras épocas el liberalismo fue asediado sobre todo por la derecha. Ahí están las encíclicas papales, los ataques desde todos los púlpitos a una doctrina que se consideraba enemiga de la religión, enemiga de los valores morales. Creo que estos adversarios definen muy bien la estrecha relación que existe entre el liberalismo y la democracia. La democracia ha avanzado y los derechos humanos han sido reconocidos fundamentalmente gracias a los pensadores liberales.
Los autores que analiza tienen rasgos comunes, entre otros, que nadaron contra corriente. Incluso dos libros de Hayek y Ortega estuvieron prohibidos. ¿Un liberal está condenado a ser un corredor de fondo solitario? El liberalismo no solo admite, sino que estimula la divergencia. Reconoce que una sociedad está compuesta por seres humanos muy distintos y que es importante preservarla así. Es la única doctrina que acepta la posibilidad de error. Por eso insisto mucho: no es una ideología; una ideología es una religión laica. El liberalismo defiende algunas ideas básicas: la libertad, el individualismo, el rechazo del colectivismo, del nacionalismo; es decir, de todas las ideologías o doctrinas que limitan o cancelan la libertad en la vida social.
Quiero en este punto señalar varios aspectos que es importante tener en cuenta. A Vargas Llosa en ciertos momentos, se le vio como un hombre de derecha radical, muchos sectores intelectuales serios de Latinoamérica no pasaron por alto la publicación de varios libros escritos en compañía de Montaner y Plinio Apuleyo Mendoza: “Manual del perfecto idiota latinoamericano” entre otros, que de alguna manera desconocían, según los críticos de estos manuales, parte del saqueo y la historia de impunidad de occidente y los Estados Unidos con estos pueblos. Era otra perspectiva, de acuerdo o no, pero generó unos alineamientos.
Me parece que este libro y del análisis genealógico y biográfico de las posiciones y periplo intelectual de Vargas Llosa, esta defensa del liberalismo, deja ver las tensiones de un demócrata entre el convulsionado mundo ideológico y las conclusiones que llega, al final de un itinerario muy largo, como liberal convencido. Es también una muestra tenaz de equivocaciones, de cambios de línea, de la toma de decisiones en ciclos históricos muy marcados, de un intelectual a carta cabal.
Hay una respuesta a una pregunta puntual en esta entrevista que nos da muchas claridades:
“Su evolución desde el marxismo al liberalismo no es infrecuente. De hecho, es la misma que siguieron algunos de los autores que glosa, como Popper, Aron, Revel. ¿Conocer desde dentro el mecanismo totalitario actúa como revulsivo? Mi generación en América Latina despierta a la razón en un continente de desigualdades monstruosas y dictaduras militares apoyadas por Estados Unidos. Para un joven latinoamericano que tenía cierta inquietud era muy difícil no rechazar esa especie de caricatura de democracia, con la excepción de Chile, Uruguay y Costa Rica. Yo quise ser comunista, me parecía que el comunismo representaba la antípoda de la dictadura militar, de la corrupción y sobre todo de las desigualdades. Entonces entré en San Marcos, una universidad nacional y popular, con la idea de que ahí debía de haber comunistas con los que vincularme. Y efectivamente, me vinculé. Ahora bien, en ese tiempo el comunismo en América Latina era el estalinismo puro y duro, con partidos subyugados a la Komintern, a Moscú. A mí me defendieron del sectarismo Sartre y el existencialismo. Yo tenía todo el tiempo discusiones en mi célula, y solo milité un año. Pero seguí siendo socialista de una manera vaga, y eso lo fortaleció la revolución cubana, que al principio parecía un socialismo distinto, no dogmático. Me entusiasmó. En los sesenta viajé a Cuba cinco veces. Y poquito a poco vino el desencanto, sobre todo a partir de la creación de las UMAP [Unidades Militares de Ayuda a la Producción]. Hubo redadas contra jóvenes que yo conocía, fue un trauma. Y me acuerdo de haber escrito una carta privada a Fidel diciéndole que estaba desconcertado, que cómo Cuba, que parecía un socialismo abierto y tolerante, podía meter en campos de concentración a “gusanos” y homosexuales con criminales comunes. Fidel me invitó a mí y a una docena de intelectuales a conversar con él. Estuvimos toda una noche, 12 horas, de las ocho de la tarde a las ocho de la mañana, oyéndolo hablar, básicamente. Fue muy impresionante, pero no muy convincente. Desde entonces empecé a tener una actitud un poco recelosa. La ruptura definitiva vino con el caso Padilla [el proceso contra el escritor Heberto Padilla, encarcelado en 1971 y obligado a una terrible autocrítica pública, que marcó el fin del idilio de importantes intelectuales con el régimen cubano]. Tuve un proceso difícil, más bien largo, de reivindicación de la democracia, y poco a poco de acercamiento a la doctrina liberal, a base de lecturas. Y tuve la suerte de vivir en Inglaterra los años de Margaret Thatcher.”
Como siempre sólo queda leer el texto, al que le dedicaremos una reseña especifica.



sábado, marzo 10, 2018

ELECCIONES PARLAMENTARIAS Y CONSULTAS EN COLOMBIA


Varios hechos son relevantes y de suma importancia en las presentes elecciones. La paz no es el tema central del debate, en cambio el posconflicto y la FARC siguen estando en el centro y análisis de todos los candidatos, para oponerse al mismo o para apoyarlo. Por ejemplo, el “Centro democrático” o Petro,  apuestan a concentrar el debate en este punto, buscan la polarización, siempre recogen dividendos radicalizándolo. El tema económico, el desempleo, el despegue de la producción del sector industrial y agroindustrial, acaparan las principales propuestas, la situación grave en estos ítems le duele a la mayoría de la población, sobre todo a la gente joven. La seguridad, el auge de las BACRIM, el incremento de la delincuencia común que alcanzó niveles inimaginables constituyen componentes vitales de cualquier  propuesta. La desinformación del electorado, la confusión y la indecisión es lo más preocupante en estas elecciones cruciales para el país. Mi pequeña encuesta realmente me dejó impertérrito. La mayoría de personas van a decidir en el último momento. Es un hecho que la publicidad, la propaganda negra y la desinformación incidirán en el voto de muchas personas. Estas elecciones dejaran ver cómo continúan funcionando las maquinarias, las viejas formas de manipulación, compra de votos y el clientelismo. Si el congreso no se renueva, el país seguirá con más de lo mismo. Las consultas no estarán exentas de votos perversos, de malas intenciones y de participación de sectores ajenos a los verdaderos interesados. Es inevitable, en el fondo es el juego de la democracia. Espero que la participación sea alta, que no haya hechos que lamentar y que la democracia se exprese de la mejor manera.